Coleccion #42

Soy el mismo tipo que empezó hace años a sufrir y hoy bajo la influencia de una cerveza, se siente deprimido y discriminado por estar aquí; porque siempre es lo mismo con el mismo nombre o los mismos sustantivos: la vida, el destino, la suerte, el camino, la muerte, el azar, los amigos, la mujer o las mujeres, el juego, los padres, los vecinos, el trabajo, los suegros, las deudas, los hijos, los jefes y que más... sobrevivir. Soy el mismo tipo que padece los problemas que no tiene que padecer, y se va de donde no se tiene que ir... Cientos de cuadras de un barrio que no habité aún se acuerdan de mí, como si fuera el héroe que nunca peleó por aquel sitial. Soy el mismo tipo sin nivel de escolaridad embarcado en los proverbios sabios de alguien que no los utilizó, solamente los dijo... ¿Qué tiene de malo ser poeta o vivir inventando? Si total, la apariencia es más grande que la responsabilidad de ser. Soy el mismo tipo idiotizado lamentando los cuernos que nunca le pegó la esposa, para haberla dejado antes; soy ese tonto que aprobó las pruebas pensado que los Reyes Magos le regalarían juguetes, y no bastó ser atleta de bajo recurso para ingresar a un equipo profesional sin dinero. Soy el mismo tipo que ha perdido mucha vida sin utilizar bien el tiempo, en no más que empañar papeles y empecinarse a escribir cosas que no son más, que el punto culminante para evitar la esencia crucificada de seguir aquí. Yo soy ese tipo que se burló del estado de su existencia para quedarse cargado de complejos y manías, que no le pertenecían transbordar... Mientras queda un Sol lumínico y una Luna para mí, recojo las señales del puerto que voy a anclar para despedirme de los marineros, que me trajeron hasta la orilla: "Adiós, Caprichos".